Los últimos datos del Producto Interno Bruto en Brasil confirman que el PIB retrocedió un 5,4% en el primer trimestre, comparado con el mismo periodo de 2015. Esta es la octava caída trimestral consecutiva.
Debido a esto, el presidente interino Michel Temer, acusado por Dilma Rousseff de ser uno de los ideólogos del proceso destituyente y acusado por la justicia por corrupción, volvió a pedir confianza a los brasileños en las medidas económicas ortodoxas de ajuste y pidió hacer sacrificios.
Con una tasa de desempleo que alcanza el 11 por ciento y el aumento constante de los precios, Brasil sufre la mayor recesión en al menos 25 años, todas las actividades económicas retroceden, inclusive la agropecuaria, que en trimestres anteriores aliviaba las cifras negativas.
La industria experimenta el retroceso más fuerte del 7,3 por ciento arrastrada por una caída en la elaboración de maquinaria y automóviles, las inversiones, la construcción, los servicios, el comercio y el consumo de las familias van a la baja.
Con información de López Dóriga